viernes, diciembre 15, 2017

El jardín en la vereda

La vereda con árboles y las platabandas con pasto, flores, u otras hierbas y arbustos, hacen agradable la caminata por Viña, especialmente en los días soleados del verano.

Hay que agradecer a los vecinos que colaboran manteniendo el verdor y el aseo de las veredas, o que se preocupan del árbol que le toca frente a sus viviendas. Es un acto de sana convivencia, que va más allá del cumplimiento de una ordenanza municipal de ornato, es un regalo que hace agradable la vida en la ciudad.
Plabanda con flores en la vereda del Colegio Lourdes, en la esquina de Merced Oriente con San Pablo de la Cruz

Bougainvillea cuidada por vecinos de la calle 2 Oriente.

Rosales en la calle Berger, a un costado del Castillo Brunet de Carabineros.

Julio regando el jardín que armó fuera del café Masita Rica en Recreo.

Platabanda y antejardín del edificio de 6 Norte 838
La entrada sobre servicios ambientales del arbolado urbano entrega una mirada técnica sobre este tema.

lunes, enero 23, 2017

Incendios en Valparaíso: buscando respuestas en la vegetación.

Subimos nuevamente con Patricio Novoa a las quebradas quemadas detrás de los rastros del incendio del 2 de enero en Puertas Negras, buscando restos calcinados de vegetación y de basura, observando los bordes de lo quemado, esperando descubrir lo inesperado que nos lleve a una nueva explicación o reflexión sobre acciones de prevención, de control, de cómo evitar la propagación de los incendios. Los actores del gran incendio de 2014 se repiten:
  • asentamientos de viviendas en las quebradas o sus bordes donde el riesgo de incendio mayor por el efecto chimenea en las laderas. 
  • asentamientos informales sin urbanización 
  • cercanía de bosques de eucaliptos 
  • acumulación de basuras 
  • dificultad de acceso para vehículos de control de incendio
Labores de remoción de escombros en casas quemadas en Puertas Negras
Laderas con quilas quemadas al sur del camino La Póvora. Al fondo se ve el Camino La Pólvora y la población Puertas Negras.

Parados el borde del Camino La Pólvora, con su calzada de 20 metros de ancho, constatamos la inutilidad de los cortafuegos para detener el avance de los incendios forestales, cuando se desencadena el viento, la sequedad y el calor como en los últimos veranos. El estudio de estos incendios muestra que las pavesas de eucaliptos, en las condiciones de viento adecuadas vuelan distancias de más de 1 kilómetro para generar nuevos focos de incendio.
Camino La Pólvora: el área quemada baja desde las laderas del sur y cruza hacia áreas pobladas.

Aromo (Acacia dealbata) no quemado
Nos llamó la atención la aparente resistencia al incendio de algunas especies vegetales, como los aromos. Patricio me comenta que esta situación ha sido observada repetidamente por brigadistas de CONAF. Las fotos de abajo muestran la presencia de los aromos en los bordes del área incendiada. Incluso las hojas de los aromos aparecen algo chamuscadas, pero sin quemarse. En los bordes del área quemada las cápsulas secas de las semillas permanecieron en el suelo sin quemarse.

Lo anterior nos lleva a concluir que no conviene cortar los aromos cuando se construyen cortafuegos; más bien al revés, sería conveniente complementar el camino cortafuegos plantando aromos a su vera, lo que además ayuda a controlar la erosión. También encontramos algunos arbustos nativos como el quebracho sin quemarse en el borde de lo quemado.
Acacia saligna, de origen australiano. introducida para forraje de ganado, y que se ha plantado mucho en la zona de Los Vilos (IV región) en control de dunas. Aquí en el Camino La Pólvora, la CONAF estuvo plantando en los años 2000- 2001, y muestran un comportamiento bastante ignífugo. Están chamuscadas, pero no quemadas.

Hojas de aromo (Acacia saligna) en el suelo en el borde del área quemada

La condición ignífuga de algunos especímenes vegetales es muy discutible, todos son finalmente combustibles. Más bien se trata de la humedad de la madera o de la concentración de compuestos volátiles (aceites esenciales como el mentol de los eucaliptos) o resinas. Sin embargo el estudio de especies más resistentes al fuego está cobrando relevancia, debido al aumento de los incendios en los últimos años en varias partes del mundo, como es el caso de los cipreses en España.

Ya son varias las fuentes que señalan la urgencia del reemplazo de eucaliptos y pinos por bosque nativo. Se debe añadir entonces las bondades en este sentido de incorporar (o permitir el crecimiento, que de suyo es rápido) de las especies de aromos que se han aclimatado muy bien a la zona.