Chloraea suaveolens
Chloraea cristata
Chloraea gavilu
Chloraea bletioides
Chloraea disioides
Chloraea galeata
Chloraea multiflora
Chloraea suaveolens
Chloraea cristata
Chloraea gavilu
Chloraea bletioides
Chloraea disioides
Chloraea galeata
Chloraea multiflora
Sector Recreo, frente a la Bimbo y el Santa Helena.
Sector Reñaca Bajo, frente al Santa Isabel.
¿Qué se pretende?
Frente a la demanda de nuevo suelo urbano, se pretende planificar coherentemente este importante reducto de Viña del Mar para recibir los nuevos requerimientos residenciales y servicios en forma integrada a la morfología y al sistema natural del lugar.
En virtud del liderazgo municipal y del interés por parte del propietario para darle condiciones de urbanización al sector de Siete Hermanas, se pretende aplicar un nuevo modelo de planificación territorial para que las variables de preservación ambiental, concertación público-privado y oferta estratégica de equipamientos y servicios sean las coordenadas para una nueva metodología de planificación.
¿Qué modelo de desarrollo urbano?
Un modelo de planificación verdaderamente integrado que recoja las siguientes visiones:
■ Visión concéntrica-participativa versus una visión lineal-acumulativa: se pretende un”planning by doing” (planificar haciendo)
■ Visión consensual-proactiva versus una regulación descontextualizada entre el bien común y la lógica hasta ahora empleada por los desarrolladores inmobiliarios del “hacer ciudad”.
■ Visión colectiva-multisectoral versus una regulación sobre hechos consumados. Se requiere de procesos horizontales y verticales multidisciplinares de confección, revisión y aprobación.
El proyecto pretende generar y aplicar una metodología de Participación Ciudadana que considere los siguientes aspectos:
1.- Incorporación de la Sociedad Civil (fuerzas vivas) desde el inicio del proceso.
2.- Recoger las demandas reales de los grupos vecinales de la comuna por vivienda, equipamiento y espacios públicos.
3.- Permanente integración informada y sin exclusión de grupos temáticos.
¿Qué la hace ser nueva?
Es un caso inédito en el país para la propuesta de nuevo territorio urbano dentro un área metropolitana y en continuidad con la ciudad central. Si bien podríamos hablar del megaproyecto Plan Ribera Norte en Concepción, ese proyecto responde más bien a una reconversión del casco urbano, que a una prospección urbana de nueva creación. Además sus características de tamaño y magnitud la hacen competir con mejores atributos a la lógica de los Proyecto de Desarrollo Urbano Condicionado de la Región Metropolitana que operan bajo la internalización y mitigación de obras por impacto y no de forma orgánica como se pretende para este territorio.
¿Qué la hace diferente?
Es una planificación territorial en todo su sentido: preve armónicamente un extenso crecimiento para Viña del Mar en el contexto metropolitano de Valparaíso. Quiere quebrar la tendencia de extensión desarticulada de la conurbación. Es diferente porque tiene como sustrato un rico territorio con condiciones naturales y paisajísticas de invaluable valor ambiental y patrimonial, por lo que se condiciona para una equilibrada designación de usos e intensidades de ocupación.
¿Cuáles son sus características morfológicas generales?
Es un vasto territorio natural, de baja antropización pero de fuerte presión de asentamientos urbanos y uso informal de los recursos palmares y ecosistema asociado. Se ubica en un rugoso relieve de la terraza marina sobre la bahía de Valparaíso entre las estribaciones del Estero de Viña del Mar por el norte, las primeras elevaciones boscosas por el oriente y el sur y la condición de cumbrera por el trazado de la Ruta Agua Santa.
Geomorfológicamente se compone de un sistema de minicuencas formadas por largas quebradas en sentido nor-sur. Básicamente son tres hoyas hidrográficas de régimen pluvial con escurrimiento permanente y estacional, destacándose la hoya de las Quebradas El Quiteño y Siete Hermanas que desaguan hacia el Estero de Viña del Mar. La vertiente poniente es de corto alcance pero mantiene continuidad a través de la Quebrada de la Quinta Vergara, llevando las aguas por el parque, cruzando subterráneamente el centro de la ciudad hasta el estero. Finalmente la otra hoya es la que baja hacia el sur en el colinaje del Fundo Las Cenizas y que evacua hacia la depresión de Rodelillo.
¿Qué proyecto de planificación se acerca como referente?
No se conoce un proyecto ya realizado que pueda equipararse en calidad y metodología requerido por éste, pero si se le puede imaginar como una mezcla entre los proyectos de desarrollo urbano en suelo rural como los que se proponen en la Región Metropolitana y proyectos en áreas de protección como los propuestos en La Campana pero con un fuerte componente de santuario (Ej. Santuario de la Naturaleza Parque Pumalín). A los de la primera generación, las ZODUC (Zonas de Desarrollo Urbano Condicionado) se pueden revisar los de nueva conformación, los PDUC (Proyectos de Desarrollo Urbano Condicionado) sino con una superficie mínima de 300 hás y un listado más exigente para ubicar usos mixtos y cuotas de vivienda social.
¿Cómo perfecciona las herramientas de trabajo?
Asociada al Programa Urb-Al Red N° 7 “Gestión y Control de la Urbanización” de la Unión Europea, la Municipalidad de Viña del Mar ha iniciado los mecanismos y metodologías tendientes a conformar una visión integrada y multidisciplinar para la planificación del predio Las Siete Hermanas. El objetivo de esta instancia es compartir las visiones de planificación con los estamentos regionales a través de los lineamientos de control territorial, sostenibilidad ambiental y desarrollo social de la intercomuna Valparaíso-Viña del Mar-Quilpué. Esto se logra mediante las siguientes herramientas:
Aportes Metodológicos Socios Europeos
Compilación de información existente
Agenda programática de trabajo Intersectorial e IntraMunicipal
Canales de Participación ciudadana efectivos
Buenas Prácticas en toma de decisión y programación de actividades
El gesto de salvar el patrimonio hay que hacerlo ya. Y tiene que ser un gesto fuerte, porque la destrucción es irreversible, lo que se demuele se pierde. Cuando alguien se lleva un cuadro valioso del país, todos lamentamos que se pierda una pieza de nuestro patrimonio, pero al menos sabemos que ese cuadro sigue existiendo, está en alguna parte. Lo que se demuele no existe más ni existirá. Es como si quemaran los cuadros.
La Ley de los 50 Años consiste, en esencia, en ordenar que todo edificio que haya cumplido cincuenta años o más tenga que tener una autorización especial para ser demolido. La ley –o, más rigurosamente hablando, la idea– es invertir el sistema actual, en el que se puede demoler sin más cualquier cosa que no esté catalogada monumento histórico. En cierto sentido, todo edificio que haya cumplido sus 50 estaría protegido y necesitaría un permiso para ser demolido que puede ser concedido o no.
Hay una gran abundancia de palmas, quillayes y litres por toda el área de la subida. Exhaustos por el sol, la subida y el ir y venir entre las distintas especies de arbustos, hierbas, líquenes y árboles que a los ecólogos subyuga, llegamos a una meseta donde las palmas se encuentran más concentradas y se puede observar el valle. Nos llamó la atención también un amplio afloramiento de roca sobre la que crecen chaguales y unas palmas achaparradas.
Bajo el sol, todo el equipo, de izquiera a derecha: Claudio Alvarado, Aniela Chamorro, Francisco Aguirre, Lorena Flores, María Eliana Portal y Waldo Romero.
Ya de vuelta en el automóvil, seguimos el camino hasta la entrada del túnel que permite pasar hacia la Cuarta Región. Nos detuvimos a apreciar el panorama y la distribución de las palmas. Considerando los ejemplares que teníamos a la vista y las que vimos en la quebrada de El Manzano, nos pareció que el número de 500 palmas reportado para este palmar, es muy bajo; debe haber por lo mil ejemplares. Ver más fotos.
El paso del túnel fue para alguna de nuestras acompañantes lo más emocionante de la ruta. Se extiende por algo más de 1 km, y como fue construido para el uso del tren de trocha angosta, es estrecho, de una sola vía, oscuro y con curvas. Como no había semáforo o método alguno para indicar preferencia de vía, toqué la bocina, prendí las luces altas y nos adentramos con decisión. No apareció el tren, que ya no corre hace 30 años, ni algún otro vehículo, en sentido contrario, hasta salir al otro lado.
Bajando hacia el Quilimarí divisamos unos pocos ejemplares de palmas adultas aisladas. El palmar, entonces, se ubica solamente en la vertiente de exposición sur del cordón de cerros.
Seguimos bajando hacia Tilama por la ruta del antiguo ferrocarril, actualmente convertida en camino, y luego doblamos hacia la costa por el valle del Quilimarí. En cierto tramo divisamos un conjunto de palmas en lo alto de los cerros (exposición sur también). Con anteojos de larga vista, buscando la fronda iluminada lateralmente por el sol de la tarde, alcancé a contar 23 ejemplares. Asumimos que se trataba del palmar de Tilama.
Siguiendo por el camino de tierra hacia la costa, mientras conducía, mis compañeros seguían preocupados de descubrir uno que otro ejemplar aislado de palma. Los últimos tres estaban sobre el embalse de Culimo. Más abajo entramos nuevamente a la niebla que estuvo instalada todo el día en la costa.